10 abril 2024
Partes de un diente
Los dientes se denominan órganos dentales porque en su interior albergan tejido nervioso y vasos sanguíneos. Tienen dos partes bien diferenciadas que son corona y raíz, y son diferentes según el grupo de dientes al que pertenecen.
(Partes de un diente, imagen sacada del blog de Dentaid)
Corona
La corona es la parte del diente visible. En función de si es un diente anterior o posterior, la corona va a variar de forma y tamaño, puesto que varía la función que desempeña.
La corona posee 3 capas, que de fuera a dentro son; esmalte, dentina y cámara pulpar.
- Esmalte: está compuesto en un 98% por hidroxiapatita, es una estructura cristalina perfectamente orientada que le confieren la dureza al diente.
- Dentina: es la capa interna del diente, está compuesta por hidroxiapatita en un 70%, fibras de colágeno, agua y otras proteínas. La dentina es la que le confiere al diente resistencia y flexibilidad, además del color.
- Cámara pulpar (Nervio): es la cavidad donde se aloja la pulpa, el nervio del diente. Éste sube por unos conductos a lo largo de la raíz y acaba en la cámara pulpar.
Incisivos
Los incisivos tienen una corona más bien rectangular y plana si miramos de dentro a fuera. Esta forma de los incisivos nos ayuda a rasgar alimentos; morder una manzana o un bocadillo por ejemplo. También nos ayuda a pronunciar ciertas letras como la “T”, “F”, “S” o incluso la “R”.
Incisivos inferiores
Incisivo lateral superior derecho
Incisivo central superior derecho
Caninos
Los caninos tienen una forma puntiaguda, son el primer diente que nos va a permitir morder o “clavarlo” en alimentos más duros.
Los caninos tienen esa forma porque ayudan en las disclusiones, es decir, en esos movimientos laterales que hacemos inconscientemente al masticar. Sin un canino o con un canino muy desgastado, la fricción entre el resto de los dientes posteriores es mayor y por tanto su desgaste.
(Figura sacada del libro “Netter. Anatomía de cabeza y cuello para odontólogos. Neil S. Norton 2007)
Premolares o bicúspides
Los premolares se llaman también bicúspides porque tiene dos cúspides, a diferencia de los caninos que tiene una o de los molares que pueden tener 4 o hasta 6. Los premolares pueden tener una o dos raíces, en función de su posición. Tiene una forma que se encuentra a mitad de camino entre un canino y un molar, sirven para rasgar y también para triturar alimentos. Son en forma la perfecta transición entre un canino que es parecido a un triángulo y un molar que es más bien un cuadrado.
Molares
Los molares son los dientes más grandes, poseen 2 ó 3 raíces y su corona tiene una forma cuadrada o rectangular. Están diseñados para triturar los alimentos, deshacerlos y formar así el bolo alimenticio. La cantidad y posición de sus raíces está pensada para absorber las fuerzas de la masticación.
La masticación depende, entre otros, del músculo masetero. Éste, durante la masticación, ejerce una fuerza aproximada de entre 70 y 200 Newtons. Para entenderlo mejor, 200 Newtons es la fuerza necesaria que deberíamos ejercer para levantar un saco de tierra de 200kg. Ésta es la fuerza que soportan nuestros molares al masticar. Imaginemos ahora qué pasaría si no tuviéramos molares y tuviéramos que triturar todo con los dientes delanteros. Probablemente, los incisivos sufrirían bastante con su corona pequeña y sus raíces únicas.
Raíz
La raíz es la parte del diente no visible. En función de si es un diente anterior o posterior encontraremos una, dos, tres o incluso cuatro raíces.
Los dientes anteriores; incisivos, caninos y premolares (excepto los primeros premolares superiores) tienen una única raíz. Según el diente, ésta es más o menos gruesa y/o larga. Encontramos una raíz en aquellos dientes, que como hemos dicho, están pensados para rasgar.
Los molares tienen dos o tres raíces, porque son los dientes que van a soportar las mayores fuerzas de la masticación, los que vamos a utilizar para triturar y hacer más fuerza, por ello van a tener más raíces.
La raíz es una parte del diente importante porque es la que va a sujetarlos y sobre todo es la que transmite al hueso las fuerzas que los dientes soportan.
Conclusión
Conocer las partes de un diente, cómo y por qué son así, nos ayuda a entender la función que tiene cada uno de nuestros dientes.
Cada diente está diseñado para desempeñar una función. La ausencia de uno o más dientes, va a repercutir seriamente en el resto, no por estética, sino por salud y función general.
Ahora que conocemos las partes de un diente y su función, si tenemos un hueco deberíamos pensar en cómo repararlo, existe diferentes formas;
- Ortodoncia: para cerrar el espacio
- Prótesis dental removible o fija: para reponer el hueco
- Implantología: para reponer el hueco
En la Clínica Dental Cortés Martinicorena contamos con todas las especialidades, cada una de ellas trabajadas por profesionales dedicados, en muchos casos, exclusivamente a ellas. Por eso, la calidad de nuestro trabajo va a ser siempre máxima.
Figuras sacadas del libro Netter. Anatomía de cabeza y cuello para odontólogos. Neil S. Norton, 2007
